La escenografía

Una cabeza de búfalo, cactus gigantes, rosas y setas decoran un paisaje desértico por el que comienzan a desfilar los modelos. Un cielo en movimiento se ilumina con sombras hipnóticas, un guiño al estado natal de Travis Scott, Texas, con sus inmensos cañones. Poco a poco, el desierto se transforma en un jardín de rosas que recuerda a la casa familiar de Christian Dior en Granville, un refugio muy querido por el modisto fundador, que quedó cautivado por la belleza de la naturaleza y que, entre las flores, junto a su madre Madeleine, enriqueció sus conocimientos de botánica.

Como un recuerdo imaginario, un majestuoso portal coronado por las letras “CJ”* entrelazadas está adornado con rosas en gradaciones de color. Las respectivas infancias de Monsieur Dior y del rapero estadounidense se funden en un diálogo único del que se hace eco esta colección de Dior. Por turnos, los looks diseñados por Kim Jones en colaboración con Travis Scott se mezclan con esta trepidante decoración, incluidos los diseños decorados con el estampado “toile de Cactus”, el motivo Dior Oblique reelaborado con el nombre “Jack” y sombreros híbridos diseñados por Stephen Jones. Situada en un punto intermedio entre la realidad y los sueños, el patrimonio y la innovación, esta escenografía se convierte en el símbolo de un bonito mundo nuevo, que encarna una fusión sin precedentes de dos visiones creativas.

©Adrien Dirand
* Las iniciales de Cactus Jack, el sello creativo de Travis Scott.

El making of

©Es Devlin