Big Aura
“La búsqueda de nuevos usos de los tejidos forma parte intrínseca de mi trabajo creativo. Sus cualidades estéticas siguen inspirándome, al igual que su importancia histórica en las diferentes civilizaciones. He dedicado mi trabajo a los tejidos”. Isabella Ducrot

El aura es ese campo sutil de resplandor luminoso, normalmente imperceptible, que rodea a todos los seres vivos (humanos, animales y plantas) como un halo capaz de reflejar su alma. En este caso, es gigantesca y acompaña las prendas de gran tamaño de estos seres sobrehumanos para elevarlos a un estatus semidivino a través de su imponente y fascinante presencia.
El soporte de la instalación es un motivo de líneas negras sobre un fondo blanco que forma una especie de cuadrícula gigante en la que se ubican los veintitrés vestidos. Este motivo cuadrado intencionalmente irregular e imperfecto, obtenido a través de la antigua técnica artesanal de la impresión en bloque, lleva la firma de la artista. Ducrot usa frecuentemente este tipo de patrón geométrico no solo con fines estéticos, por el simple placer de perderse en la trama de líneas verticales y horizontales, sino también con la intención política de rendir homenaje al tejido a cuadros, considerado humilde en la historia de la moda occidental, y usado principalmente por trabajadores que realizaban labores manuales al aire libre, como agricultores y albañiles. Cuando los cuadrados eran pequeños, el tejido se utilizaba para hacer delantales y ropa infantil. Una obra de arte en sí misma que rinde tributo a la pluralidad de las técnicas artesanales: bordado, impresión en bloque y tejido. Su elaboración se ha llevado a cabo en los ateliers Chanakya y la Chanakya School of Craft, y pone de relieve textiles excepcionales gracias a los telares ancestrales reensamblados especialmente para el desfile Dior alta costura Primavera-Verano 2024.
El cuadrado evoca la urdimbre y la trama, dos elementos que se cruzan y ofrecen un sinfín de posibilidades.
La artista visual, escritora y viajera Isabella Ducrot nació en Nápoles en 1931, pero lleva muchos años viviendo y trabajando en Roma. Los tejidos y telas, ya sean antiguos y refinados o contemporáneos y comunes, son el componente principal de sus obras, cuya calidad matérica oscila entre solidez y ligereza, características principales de los textiles.

Isabella Ducrot relata:
“Recuerdo la primera vez que vi las prendas ceremoniales de los sultanes del Imperio otomano exhibidas en el museo del palacio de Topkapi en Estambul. Me sorprendió profundamente su tamaño; eran desproporcionadas y revelaban la indiferencia de los sastres de la corte, que no habían tenido en cuenta la anatomía normal del ser humano. A pesar de que el refrán reza que ‘el hábito no hace al monje’, esas creaciones me convencieron de lo contrario: las dimensiones exageradas habían propiciado la grandeza, dignidad y sacralidad de aquellos que las habían llevado a lo largo de los siglos, incluso cuando habían caído en desgracia”.
© Isabella Ducrot / Chanakya School of Craft
© Adrien Dirand
Big Aura de Isabella Ducrot puede visitarse hasta el 28 de enero de 2024.




