Colección de alta joyería Diorexquis
Victoire de Castellane, directora creativa de Dior Joaillerie, ha imaginado una línea inédita para esta primavera que gira en torno a tres temas icónicos e inherentes a la identidad de Dior: paisajes cautivadores, delicados ramos de flores y galas mágicas. Un deslumbrante tríptico que transmite a su vez el amor del modisto por la belleza del mundo vegetal y su fascinación por la fastuosidad de las grandes celebraciones, que resulta en una serie de fabulosas escenas e instantes de refinamiento: una maravillosa oda a la naturaleza.
Photo @ Adrien Dirand
Escenas vivientes
Al caer la noche, veinticinco siluetas de alta costura especialmente diseñadas por Maria Grazia Chiuri fueron reveladas en un encantador destello junto al reflejo del agua. La delicada nobleza de los terciopelos, elaborados con excelente savoir-faire en verde bosque, morado ciruela, ocre amarillo y oro, resonó con los intensos colores de las piedras, mientras que los vestidos cortos de corola y el deslumbrante bordado Mille-fleurs complementaron los exquisitos homenajes florales con pedrería creados por Victoire de Castellane. Un majestuoso espectáculo de fuegos artificiales puso fin a esta coreografía onírica de manera magnífica, un momento suspendido en el tiempo, un instante puro de gracia.
Nature couture
Los diseños, que presentan un audaz juego de volúmenes y capas de gemas, esculpidas con delicadeza sobre fondos minerales bordeados de diamantes, parecen narrar historias extraordinarias que reflejan la magnificencia de la naturaleza y sus transformaciones. Así, las joyas evocan el paso del tiempo al ritmo de las estaciones: la pureza del invierno, con sus esplendores helados brotando con suntuosa delicadeza; la efervescencia de la primavera, transpuesta a la vibrante flora que realza ciertas piezas; o la alegría de los días soleados, representada mediante el brillo de las piedras que iluminan diversos conjuntos centelleantes.
Alianzas virtuosas
Estas piezas, fruto de un savoir-faire inestimable, reflejan la maestría y el virtuosismo de los ateliers, que se hacen patentes en la técnica del doblete de ópalo, consistente en montar una capa de ópalo sobre otra de piedra, ónice o nácar para producir fascinantes monocromías que evocan los complejos matices del cielo o el agua. Una sucesión de gestos expertos y exquisitamente precisos que ponen de relieve el ingenio y la creatividad de Victoire de Castellane. El método del esmalte fenestrado eleva la excelencia a nuevas cotas al formar ramilletes de mil colores brillantes mediante el empleo del lacado, emblema de Dior Joaillerie, que se trabaja con transparencias para crear una especie de vidriera en miniatura a través de la que fluye sutilmente la luz.
