Las fiestas de fin de año en el 30 Montaigne
Para celebrar las fiestas de fin de año, la dirección histórica de la Maison resplandece con animaciones que recorren su fabulosa odisea.
A partir del 14 de noviembre, la fachada se adornará con una rueda de la fortuna impregnada de los códigos atemporales de Dior. Delicadas flores, las estrellas del modisto fundador, mariposas y otros talismanes preciosos iluminan un legado vivo y en constante renovación. Inspirada en el Carrousel des Rêves, la espectacular instalación de la emblemática tienda Saks de Nueva York, esta creación encarna un impulso de renovación.
Los escaparates se adornan con composiciones brillantes que evocan las tradicionales luminaries italianas y encarnan el encuentro entre el savoir-faire y la imaginación de Dior. Los visitantes descubren allí los símbolos de 30 Montaigne y París: la silla Medallion, el quiosco de perfumes, refinadas lámparas de araña e incluso lugares míticos reinterpretados como el puente Alejandro III y Granville, reflejos de un legado en movimiento que cobran vida en realidad aumentada para ofrecer una experiencia inmersiva.
En torno a la escalera central, un gran árbol de Navidad aparece decorado con miniaturas de iconos eternos, desde la chaqueta Bar hasta el vestido Junon. La poética puesta en escena de los diferentes espacios sublima los modelos de la colección Crucero 2026.

Le Jardin brilla con una decoración fascinante compuesta por un Pegaso y bolas de nieve. Este interludio encantado se extiende hacia el jardín de invierno, realzado asimismo por suntuosos árboles de Navidad.
Un savoir-faire único
El tronco de Navidad Dior
Una creación deliciosa disponible exclusivamente en Le Jardin del 30 Montaigne
Para celebrar la magia de las fiestas de fin de año y la pasión por las artes culinarias de Monsieur Dior, quien se describía a sí mismo como un “gourmand”, Le Jardin Dior presenta el primer tronco de Yannick Alléno en edición limitada. Esta creación, que encarna a la perfección la inventiva del chef multiestrella, presenta pétalos plisados de color blanco aterciopelado que evocan sutilmente el vestido de alta costura Francis Poulenc diseñado por Christian Dior en 1950. Una creación escultórica de poesía infinita que pone de relieve el excepcional savoir-faire y el legado de la Maison.
Este postre conjuga la untuosidad de una crema de chocolate negro grand cru con la delicadeza de un crujiente de avellana y se realza con los aromas ácidos de la mermelada de mandarina. Una mousse con sabor a pan de jengibre y una galleta ligera al cacao añaden un toque extra de refinamiento. Una oda contemporánea a la alegría de compartir y a los placeres del paladar, disponible a partir del 15 de diciembre en exclusiva (y previa reserva) en Le Jardin Dior del 30 Montaigne.
Descubrir la experiencia
Haga clic o escanee el siguiente código QR con Snapchat para descubrir el filtro. A continuación, dirija su cámara hacia la fachada del 30 Montaigne y viva una experiencia Dior mágica.

















