Desfile Masculino Invierno 2025-2026

“Antes incluso de adentrarnos en el archivo para preparar esta temporada, ya nos rondaba por la cabeza la Ligne H de Monsieur Dior. Sus elementos gráficos y angulares nos parecían sumamente transferibles al universo masculino. Consideramos que había llegado el momento de poner de nuevo el foco en Monsieur Dior. Queríamos volver a los orígenes y concentrarnos en la quintaesencia de la Maison. Esta colección está marcada por la historia de la moda, especialmente la masculina. El paso de un estilo muy ornamentado y extravagante propio del siglo XVIII a otro más lineal y funcional con el inicio de la estética masculina moderna. Sin embargo, aunque hay muchas referencias a la historia de la moda, no se trata de moda histórica. En última instancia, con esta colección queríamos hablar del presente”. Kim Jones

 

Kim Jones, director artístico de Dior Men, se inspira en la colección Ligne H Otoño-Invierno 1954-1955 de Christian Dior para explorar esta temporada la metamorfosis del vestuario masculino. En paralelo, se presenta oficialmente la couture para hombre, con looks que se mezclan con el prêt-à-porter, especialmente al principio y al final del desfile.  

 

La idea de metamorfosis y cambio recorre toda la colección. Desde las transiciones entre épocas hasta la transformación de las piezas del archivo, que transitan de lo femenino a lo masculino, pasando por las piezas que verdaderamente cambian, como el abrigo que se convierte en una falda. 

 

En toda la colección se observa un juego de volúmenes, desde los entallados hasta los acampanados, que se aprecia especialmente en la repetición de batas y “abrigos de ópera”, con sus amplias formas ceñidas al talle tomadas del archivo femenino. Se apuesta por los tejidos y los acabados más nobles. Predominan las sedas y los satenes, pero en todos se percibe rigor y monumentalidad. A pesar de su extravagancia, las siluetas son en cierto modo sobrias. Los acabados y las sombras juegan con la luz y el brillo, especialmente a través de drapeados controlados y una idea de chiaroscuro que lo abarca todo. 

 

La figura de Casanova y la dualidad de su condición como “hombre de mujeres” impregnan la colección y su presentación. Aquí, la mezcla de lo masculino y lo femenino, de la influencia de la alta costura femenina y el prêt-à-porter masculino, junto con los excesos del siglo XVIII, desembocan en la idea de lo extravagante y el motivo de la máscara.

 

Los artículos de piel evocan una sensación de dualidad, con bolsos de construcción y siluetas suaves que contrastan con la rotundidad intencionada de los herrajes de aire masculino. Las líneas dulces y agradables del Dior Roller de borreguillo contrastan con los bolsos tote Dior Normandie de exquisita piel. 

 

Al mismo tiempo, el concepto de savoir-faire masculino se combina con lo más tradicionalmente femenino en la elaboración del calzado, donde los clásicos zapatos de vestir de piel para hombre y las botas de piel pulida Dior Palmarès se combinan con un nudo de satén en la puntera, o “puntera de lazo”, que retoma el motivo recurrente del lazo, presente en toda la colección. Las deportivas híbridas bordadas a mano con un motivo de 1961 recuperado del archivo también combinan lo extravagante con una artesanía virtuosa.

 

El bordado principal de la colección se ha inspirado en el look Pondichéry de la colección de alta costura Primavera-Verano 1948 de Monsieur Dior. El bordado se reproduce en la bata rosa que cierra el desfile, pero su influencia se propaga por toda la colección, sus motivos se toman prestados para la joyería, como la Chatelaine de plata de ley, que se luce en el cinturón y representa todos los accesorios de trabajo del modisto. Otros bordados evocan elementos arquetípicos de la ropa de hombre, como la raya diplomática y el estampado de pata de gallo, que aquí aparecen superpuestos y metamorfoseados en un adorno más extravagante. O simplemente unas gotas de lluvia cuya factura, con distintos tamaños de cuentas de cristal transparente y una experta colocación y costura a mano, dista mucho de ser sencilla.

Looks

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Entre bambalinas

© Alfredo Piola

Couture en movimiento

Desde las sombras hasta las luces, la escenografía del desfile Dior Invierno 2025-2026 continúa y sublima la elegancia estructurada de las siluetas soñadas por Kim Jones. Al ritmo de la música, los modelos descienden los peldaños de una monumental escalera blanca que atraviesa el espacio de forma majestuosa: es la magia de la arquitectura fusionando una sobriedad rigurosa y una extravagancia suntuosa. Esta poesía en movimiento expresa la idea de metamorfosis y evolución que infunde el desfile y la esencia de la moda.

Rasgos couture

Las siluetas magistrales de la colección Dior Invierno 2025-2026 exploran una nueva dirección maravillosamente contemporánea de la costura masculina. A través de una sutil reinterpretación de los archivos de la Maison, la Ligne H, diseñada por Christian Dior para la colección Otoño-Invierno 1954-1955, inspira cortes estructurados y rigurosos. En un fascinante juego de contrastes, los volúmenes triunfan y responden entre sí, oscilando de ajustados a acampanados; una coreografía estética marcada por la repetición de majestuosas capas de ópera. En un tributo a la metamorfosis, los abrigos se transforman en faldas, algunas chaquetas están adornadas con puños desmontables delicadamente anudados, mientras que otras cuentan con un chaleco integrado; prendas singulares que reinventan las formas de llevarlas y multiplican las ocasiones de vestirlas. Entre la exuberancia y la simplicidad, los looks, realzados por tonos suaves y bordados brillantes, dibujan los contornos de un armario elegante y festivo guiado por la figura de Casanova. Una baile extraordinariamente Dior.

© Jackie Nickerson

Puntualizaciones radicales

En una exaltación de la tensión entre la excentricidad y el radicalismo, los zapatos aportan una irresistible elegancia couture a la silueta. Los derbis y los botines de piel pulida se adornan con un refinado lazo de satén, mientras que las sneakers híbridas se revisten por completo con un motivo bordado rescatado de un modelo de archivo que data de 1961. Los bolsos revelan formas suavizadas y sus sensuales curvas subrayan la convergencia de lo masculino y lo femenino. Detalles exquisitos: una chaqueta adornada con un broche diseñado por Victoire de Castellane, que evoca, como una maravillosa pieza de bordado, una poética ramita de muguete, la flor favorita de Christian Dior, mientras que los pantalones se realzan con una châtelaine de plata con colgantes que reproducen las herramientas del modisto. Una serie de máscaras impregnadas de la fantasía del siglo XVIII completan los atuendos con encanto y un aura de misterio.

© Jackie Nickerson

Lujo contemporáneo

Desde el bordado que se despliega con hipnóticos motivos florales o una lluvia de perlas hasta las técnicas plurales que dan vida a las máscaras de la colección, cada gesto, cada virtuoso savoir-faire, refleja la idea de una costura reinterpretada para el hombre. Una tradición de excelencia combinada con el presente.

© Melinda Triana

Esta espectacular silueta rosa palo, que puso el broche final al desfile, está adornada con un bordado inspirado en el modelo Pondichéry, diseñado por Monsieur Dior para la colección de alta costura Primavera-Verano 1948. Los detalles armoniosos cobran vida en el tejido con el entrelazado de cristales brillantes y cuentas transparentes, y muestran un maravilloso dominio de la aguja, extremadamente preciso y precioso.

© Melinda Triana

La châtelaine de plata, un pícaro tributo a la historia de la Maison y de su fundador, sublima varios pantalones de la colección con su combinación de espíritu victoriano y alta costura. Este objeto de deseo, que evoca una joya de archivo de los años 50, se realza con colgantes que simbolizan las herramientas de Monsieur Dior y las petites mains de los ateliers, como dedales y tijeras, y prolonga así el diálogo entre tradición y creatividad.

© Melinda Triana

Las suntuosas máscaras couture completan los looks de la pasarela. Estos accesorios refinados, una oda al encanto de los bailes y a la figura romántica de Casanova, ponen de relieve técnicas innovadoras y un savoir-faire virtuoso. Una de ellas se ha elaborado completamente con finas cuentas en una demostración de creatividad, audacia y elegancia.

© Melinda Triana

Esta cazadora reinterpreta en versión masculina las curvas gráficas de la Ligne H, y combina una construcción compleja con materiales excepcionales. Se trata de una creación ultracontemporánea de piel con forro de neopreno cuyo volumen arquitectónico traspasa los límites de la excelencia.